Soy YO

Me nombraron Fanny Del Cid al nacer, pero si me hubieran puesto Inocencia (como quería mi mamá) igual hubiera sido yo.  Mi nombre, es solo eso... un nombre.  Que por cierto, me encanta, aunque no todos conocen mi nombre completo, pero ahí les dejo esa incógnita para los que no lo saben aún.

Soy la primogénita, la única mujer.  Tengo tres hermanos.

Crecí en Patio Pinel, en Santa Ana, cerquita del Chorrillo y la Huerta Sandoval.   En mi primaria estudié en el ITAE, Escuela Manuel José Hurtado, Escuela Científica Isaac Newton, y me gradué en la Escuela Panamá, mejor conocida como Panama School.

Mis padres se separaron cuando tenía como 12 años creo, me reservo los detalles porque esa es la historia de ellos, no la mía.  Puedo compartirle que por ser la mayor me tocó madurar muy temprano, siendo consciente de conflictos familiares y problemas económicos.   

Mi adolescencia fue prácticamente estudiar, todo giró en torno a la escuela.   De muy pocas salidas.   Enfocada en ser profesional para poder mejorar la situación económica de mi familia.

Una vida laboral que inicia desde los 17 años, simultáneamente con los estudios universitarios en Contabilidad.   Y fue solo el inicio de una trayectoria de experiencia combinada con preparación académica, postgrado, maestría, especialización en auditoria y controles internos, diplomados, seminarios, etc.     Eso le llamo yo:  HAMBRE.   Hambre de SUPERACIÓN.

Tuve la bendición de trabajar en muy buenas compañías, entre ellas: PriceWaterHouse Coopers, Deloitte, Copa Airlines y Canal de Panamá.  

Me casé a los 27 años luego de nueve años de noviazgo, me convierto en Madre a los 30 años, y actualmente tengo 3 hijos varones (7 años, 4 años y 5 meses).

Hace dos años años renuncié a mi trabajo en el Canal de Panamá y decidí emprender.   

Y aqui dibujo una linea imaginaria, un antes y un después en mi vida.

Yo no soy mis títulos:  esposa, madre, licenciada, magister, contadora...  eso no me define.

Más de la mitad de mi vida, viví con referencias externas, buscando aceptación, complacer a otros, cumpliendo (cumplo y luego miento), viviendo desde el ego, creyendo que por ser "tan buena" podía estar en el trono juzgando a todo el mundo. 

Pero tengo que decir que hace tres años y medio no tenía idea quién realmente era.   Renunciar a la "seguridad" del trabajo soñado, con status, estabilidad, y un salario bueno, todo por ir por la "libertad" que siempre había añorado, es el mejor camino que he tomado.

Desde entonces, he nadado en aguas profundas donde me he conocido... hoy te puedo decir que soy una mujer soñadora, determinada, romántica, apasionada, entregada.   Soy positiva porque he sido negativa, soy coherente porque he sido incoherente, soy fuerte porque he sido débil.  

Y en ese autodescubrimiento he seguido estudiando y aprendiendo.   
Certificada como Coach de Vida Holística, Maestra de Magnified Healing, Conferencista y Consultora de Negocios y Finanzas.   

Hoy entiendo que cada prueba,  lágrima, derrota, triunfo, equivocación, todo, absolutamente todo ha sido parte del proceso que debía vivir para servir a otros, mi enfoque es ayudar a miles de mujeres a inspirarse y vivir a plenitud.

Y teniendo claro de donde vengo, quien soy y lo que quiero,  renuncio cada día a defender mi punto de vista delante de otros, a querer quedar bien, a justificarme.   Las críticas nunca van a desaparecer, pero cada día me importan menos.    

Hace unos meses un comentario mío despertó pasiones en mis redes que hasta me tildaron de haber olvidado de donde venía, en otra momento hubiera descargado tanta energía a ese comentario,  mas solté eso y simplemente permití que fluyera, que fuera feliz pensando literalmente lo que le da la gana.     Y entiendo que muchos están allí solo esperando para criticar, ni bueno ni malo, es el momento que están viviendo. 

Y solo lo puedo entender, porque yo también estuve allí.   Y también permito el halago, los aplausos, la admiración... con mucho amor, renunciando cada día al ego.

Y ACLARO:  CADA DIA... porque no soy mejor ni peor... SOLO SOY YO, desaprendiendo y aprendiendo.   Y siendo aprendiz, ayudando a otros con mi propia vida.