Emprender o enloquecer
Hace dos años exactamente, decidí emprender. Llegó la oportunidad perfecta, el momento adecuado y mi estado mental correcto para decir SI a una nueva oportunidad.
Cuando la oportunidad de emprender tocó a mi puerta tenía la estabilidad que como madre y profesional había querido siempre. Diecisiete años de experiencia laboral y los últimos cinco años trabajando en el Canal de Panamá, el lugar perfecto para tener un equilibrio entre trabajo y familia.
Sin embargo, internamente buscaba algo que despertara esa chispa en mi, que me ayudara a desempolvar muchos sueños que había archivado.
Y así fue que me perdí por dos años de mi blog, mi espacio para liberar mi alma. Amo escribir y ya había olvidado lo bien que se siente.
Quien haya emprendido sabe que es un camino bello pero a la vez con subidas empinadas y bajadas sin frenos, que requiere esfuerzo, fortaleza mental y crear la coraza que se necesita para no escuchar las críticas, opiniones de quienes nunca han construido nada pero saben de todo. En fin, han sido dos años de crecimiento integral.
No soy la misma de hace dos años, he cambiado en muchos por no decir, todos los aspectos de mi vida.
He ampliado mi lista de conocidos y amigos, he descubierto que hay un mundo de información que en ninguna carrera universitaria se aprende.
En dos años me he conocido más que en 34 jajajaja
Me he enfrentado a mis mayores temores. Luego de tener una estabilidad por 17 años, pasé a vivir la adrenalina de que los resultados dependan exclusivamente de mi.
Me he equivocado, he llorado, he gritado, me he alejado, me he sentido débil... pero nada me ha matado, me ha fortalecido.
Aquí estoy con 36 años conociéndome, valorándome, amándome y aceptando que no tengo que ser perfecta para ser feliz y que no tengo que ser fuerte para el mundo, tengo que ser fuerte para mí. Equivocarme no me hace débil, me fortalece porque conozco otros caminos que me dejaron lecciones de vida.
Bienvenido 2017
A todos les deseo un año cargado de aventuras, de experiencias enriquecedoras y de nuevos ciclos. Vivamos a plenitud cada oportunidad que se nos presente en este nuevo año.
He regresado para decirles que no enloquecí, simplemente emprendí
Te invito a compartir conmigo las experiencias de una mamá emprendedora
Cuando la oportunidad de emprender tocó a mi puerta tenía la estabilidad que como madre y profesional había querido siempre. Diecisiete años de experiencia laboral y los últimos cinco años trabajando en el Canal de Panamá, el lugar perfecto para tener un equilibrio entre trabajo y familia.
Sin embargo, internamente buscaba algo que despertara esa chispa en mi, que me ayudara a desempolvar muchos sueños que había archivado.
Y así fue que me perdí por dos años de mi blog, mi espacio para liberar mi alma. Amo escribir y ya había olvidado lo bien que se siente.
Quien haya emprendido sabe que es un camino bello pero a la vez con subidas empinadas y bajadas sin frenos, que requiere esfuerzo, fortaleza mental y crear la coraza que se necesita para no escuchar las críticas, opiniones de quienes nunca han construido nada pero saben de todo. En fin, han sido dos años de crecimiento integral.
No soy la misma de hace dos años, he cambiado en muchos por no decir, todos los aspectos de mi vida.
He ampliado mi lista de conocidos y amigos, he descubierto que hay un mundo de información que en ninguna carrera universitaria se aprende.
En dos años me he conocido más que en 34 jajajaja
Me he enfrentado a mis mayores temores. Luego de tener una estabilidad por 17 años, pasé a vivir la adrenalina de que los resultados dependan exclusivamente de mi.
Me he equivocado, he llorado, he gritado, me he alejado, me he sentido débil... pero nada me ha matado, me ha fortalecido.
Aquí estoy con 36 años conociéndome, valorándome, amándome y aceptando que no tengo que ser perfecta para ser feliz y que no tengo que ser fuerte para el mundo, tengo que ser fuerte para mí. Equivocarme no me hace débil, me fortalece porque conozco otros caminos que me dejaron lecciones de vida.
Bienvenido 2017
A todos les deseo un año cargado de aventuras, de experiencias enriquecedoras y de nuevos ciclos. Vivamos a plenitud cada oportunidad que se nos presente en este nuevo año.
He regresado para decirles que no enloquecí, simplemente emprendí
Te invito a compartir conmigo las experiencias de una mamá emprendedora
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